De entre todas las múltiples obligaciones normativas a cumplir por empresas y profesionales, la de “protección de datos personales” es quizá de las más conocidas (de nombre al menos)… y de las más desconocidas.
Paradoja.
Sí porque, quien más quien menos -aunque no sea directivo de una empresa- ha oído hablar “de la LOPD”. A todos nos suena haber visto esos cartelitos de “zona vídeo vigilada: de acuerdo a la normativa de protección de datos personales le informamos…”; todos, en algún momento, hemos firmado -y aceptado, normalmente sin leerlo- un aviso legal de protección de datos; a quien más quien menos en su empresa “le han hecho firmar algo”…
Pero, realmente, esto de la protección de datos… ¿ qué es ?.
La conocida popularmente como LOPD (Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre y su Reglamento de Desarrollo RD 1720/2007 de 21 de diciembre) es una normativa que protege un derecho fundamental de las personas: la protección de s datos de carácter personal. Este derecho fundamental reconoce al ciudadano la facultad de controlar sus datos personales y la capacidad para disponer y decidir sobre los mismos.
Siendo esto así, las empresas deben actuar de manera responsable para garantizar siempre este derecho fundamental y poner en marcha los necesarios mecanismos de control. Para ello, deben adecuarse y cumplir con la normativa.
La LOPD no es un “impuesto revolucionario”, ni una normativa que dificulte o ponga trabas al quehacer del día a día de las empresas; todo lo contrario. Pero siempre que esta adaptación/adecuación sea sólo vista “como un gasto”, no se le acabarán descubriendo todas las ventajas y los beneficios que aporta.
Por un lado, importante, el de evitar el riesgo a elevadas sanciones económicas por incumplimiento. Pero el cumplir con la normativa le permite también a la empresa el poder establecer unos protocolos de actuación y unos procedimientos para el tratamiento de datos personales de sus empleados, clientes, proveedores… Y para ello, la formación/información a su personal con acceso a datos personales es fundamental.
Y, como siempre, puedes hacer las cosas bien… o hacer un “paripé” para salvar el expediente. De la “implantación de la normativa a coste cero, a cuenta de los créditos de formación“, ya ni hablamos. Con estas cosas no se juega.
Lo suyo es tomar conciencia de la importancia de hacer las cosas bien, y saber rodearse de profesionales que puedan guiar, aconsejar, informar y adecuar a la empresa, hacérselo fácil pero profesionalmente, tanto a nivel jurídico:
- Inscripción de Ficheros en la AEPD
- Elaboración del Documento de Seguridad
- Redacción de los necesarios documentos de legitimación para tratar los datos que la empresa tiene (fichas, cláusulas, contratos, certificados, avisos legales…).Auditorías bienales
Fuente: www.lladogrup.com/
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