Encontrar similitudes entre el mundo de los negocios y el universo deportivo parece un sin sentido, no obstante, la historia testimonia una sólida relación conceptual entre dos campos de la vida sin nexos aparentes.
Muchos autores recuerdan la época de los 70, cuando la disciplina deportiva exigió a los entrenadores buscar algo más que capacidad física: inteligencia emocional y una mentalidad ganadora, dos aspectos fundamentales en la gestión empresarial de hoy.
El objetivo era maximizar el potencial de los jugadores y traducirlo en victorias, misma encomienda que ostentan los negocios, aunque con otros nombres y actores.
De acuerdo con diversos portales de Internet, el afán de catapultar las facultades físico-emocionales de los atletas dio origen al concepto “coaching”, que a partir de los años 90 ha ocupado las primeras planas del escenario empresarial global.
La razón es simple: muchos de los objetivos deportivos eran, y aún son, esencialmente parecidos a las metas corporativas.
Naturalmente, las empresas importaron el término que la consultora Forja define como “el proceso que consiste en liberar la [capacidad] de una persona para desarrollar su potencial de aprendizaje, y traducirla, entre otros aspectos, en una mejoría sustancial en el desempeño de sus responsabilidades”.
Por ello, no es extraño que los analistas corporativos utilicen herramientas procedentes del deporte para explicar las incidencias de los negocios. Tan es así, que la consultora Adams Capacitación explica algunas lecciones de éxito válidas para el deporte y las empresas. Si quieres conocerlas, revisa los siguientes apartados:
- Trabajo en equipo. Una de las acepciones del término “coach” es la de entrenador. Éste tiene a su cargo la responsabilidad no sólo de dirigir personas, sino de “hacer grupo”. Él debe extraer lo mejor de cada atleta y lograr que los egos coexistan de forma totalmente armónica. Lo mismo sucede en las empresas: el líder debe explotar las cualidades de su personal y forjar relaciones cordiales, que faciliten la ejecución de actividades y aceleren los procesos productivos.
- Lazos de confianza. Para liberar el talento de los deportistas, el entrenador tiene que inspirarles confianza y comunicarse asiduamente con ellos. También debe facilitar la interacción entre los miembros del grupo en aras de obtener mejores cuentas. Del mismo modo, los hombres y las mujeres de negocios deben hacer de la comunicación la principal herramienta para crear relaciones constructivas y establecer acuerdos, bajo la premisa de conseguir buenos resultados.
- Motivación. En el deporte como en las compañías mantener en buen estado la salud emocional de las personas y desarrollar sus habilidades por medio de capacitación resulta indispensable. Los coaches y los empresarios están obligados a impulsar continuamente a sus equipos si quieren alcanzar el éxito.
- Diseño de estrategias. En ambos campos, la creación de estrategias es fundamental. Esto supone la detección de virtudes y fallas, el desarrollo de mecanismos para maximizar las fortalezas y pulir los puntos débiles de cada individuo y del grupo, el planteamiento de objetivos y el trazo de rutas para alcanzarlos: no importa si se trata de ganar un maratón o suscribir un acuerdo de negocios.
Fuente: www.redempresariosvisa.com/
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