Bajos costos de producción, cobertura a nivel mundial, libertad para manejar contenidos y facilidad para cuantificar la audiencia son la clave del éxito que tienen varias emisoras digitales.
Por esas paradojas que se dan de repente, fue el tema “Wake Up” del disco Funeral de Arcade Fire, el encargado de cerrar un ciclo en la radiodifusión chilena.
Y hace poco más de un año. Fue el día en que miles de personas lamentaban el fin de las transmisiones de Radio Horizonte. Mensajes en Twitter, condolencias en Facebook y hasta una velatón se realizó para despedir a la emisora que durante años ocupó el 103.3 del dial FM.
Pero mientras la pena y la nostalgia cundía entre sus seguidores, el entonces director de Horizonte, Julián García-Reyes Subercaseaux, sabía que el show tenía que continuar.
Se juntó con unos amigos, tiraron líneas y se pusieron manos a la obra para sacar adelante un nuevo proyecto de radio. Pero no en el dial... En Internet.
Así nació Rinoceronte fm, una de las últimas emisoras online disponibles en la red. “Después de la venta de Horizonte estaba en condiciones de empezar algo nuevo, pero una radio tradicional implicaba una inversión de millones de dólares que claramente no tengo”, cuenta García Reyes, quien no solo heredó el nombre de su padre, ícono de la industria radial, sino también el amor por este medio de comunicación.
El análisis de García Reyes es el mismo que han hecho varios chilenos que hoy transmiten por la red. La factibilidad técnica que entrega la web, junto con el alcance mundial y la opción de generar contenidos sin la atadura de ninguna regulación, detonó la proliferación de las radios virtuales. Las mismas que hoy satisfacen las necesidades de públicos segmentados.
Así lo cree Alvaro Amar, director de Molécula, plataforma que en junio cumplirá 3 años. Con un estilo musical que incluye temas de los años 70, 80 y 90, además de sonidos nuevos y algunos programas, han logrado posicionarse en la web.
“Molécula es alguien de 30 años que le gusta la música, la cultura y la fotografía”, explica Amar, quien cuenta que para ellos la clave son las buenas canciones. “Queremos que disfruten, que no se den cuenta de que están escuchando a James Brown y después a Capital Cities, lo que importa es la música”, dice.
Un concepto similar tiene el jefe de Rinoceronte fm, quien apuesta por la mezcla de sonidos antiguos y nuevos. “Mientras más miras para atrás te das cuenta de lo que hay hoy”, dice, reconociendo que su nuevo proyecto rescata el espíritu de Horizonte. Pero aclara: “No me interesa revivirla”.
Quien también puso las fichas en el formato online fue Juan Manuel Margotta, director de Súbela.
Corría el año 2011 y este psicólogo sintió que aunque existían radios en línea, ninguna había abordado el tema de manera profesional. “Me refiero a que en general eran playlist de música que se escuchaban a través de Internet y que se les daba algún tipo de editorial, pero no estaba el formato radio tal como uno lo conoce, con un contenido específico, con un locutor, un estilo y auspicios”, recuerda.
El hombre fuerte de Súbela, comenta que las otras cosas que los motivaron a incursionar en la web fueron los “bajos costos”, “el alcance” y “la medición” en tiempo real que se puede hacer de cuantas personas están escuchándolos y de qué forma.
La visión la comparte Felipe Anabalón, fundador de NIU Radio. “Crear un medio que es de súper bajo costo, que tiene una cobertura espectacular y que gracias a la proliferación de los smartphones hace que el mercado siga creciendo, es increíble”, dice el joven, quien plantea una propuesta distinta con seis señales que transmiten diferentes estilos de música.
Negocio redondo
Pero la posibilidad de saber cuántos, dónde y cómo están escuchando, no sólo es valorado por las radios online para satisfacer su ego, sino que es una herramienta que les permite dar el salto para convertirse en negocio.
“Las empresas están súper abiertas a invertir (en publicidad). Salgo a conversar y veo que esta es la oportunidad de las radios online para derribar ciertos mitos”, comenta García Reyes. “Las redes sociales, analitycs de Google y otras herramientas permiten tener resultados concretos y comprobables. Algo que no sucede con la radio tradicional”, explica.
Su par de Molécula piensa lo mismo: confía en que la torta publicitaria se irá dividiendo por los diversos nichos que existen. “Además, para nosotros es más simple hacer giros o inventar programas y salir a venderlos. Se nos ocurre algo, lo conversamos y nos lanzamos no más”, dice Amar. Y ojo con lo que viene, apunta: la conectividad 4G probablemente potenciará aún más el negocio.
Otra de las ventajas, agrega, es ? que las radios tradicionales necesitan antenas repetidoras para llegar a todos lados “y nosotros si no tenemos Movistar, está Claro o Virgin, entonces, no tenemos límites”.
En el caso de Súbela, Juan Manuel Margotta dice que las marcas se han dado cuenta “de que si bien no somos una radio masiva, hay un nicho de gente que está apostando por las radios online, por eso les interesa publicitarse aquí”.
Aquí mando yo
¿Pero qué dicen los rostros/voces de radio que se han atrevido a dar el salto al formato online?
Natalia Valdebenito, conductora de un programa en “Súbela”, dice que la experiencia ha sido positiva. “La gente que escucha radios por Internet está abierta a muchas cosas que, supongo, no suceden en la convencional”, dice la actriz.
“La libertad en los medios de comunicación es súper extraña. Siempre está llena de censuras, de juicios valóricos y todo lo oficial es así, generalmente. Por eso, Internet es libertad y democracia, y poder para todos”, sostiene entusiasmada.
La opinión es compartida por Virginia Demaría de Molécula.
“Aquí hay muchísima libertad editorial. Pero independiente de eso, las cosas son bien parecidas a como eran en la Horizonte. El programa (Cocaví) tiene la misma vibración y el tiempo es el mismo. Quizás la gente que nos escuchaba en FM tienen que aprender la logística de descargar una aplicación en el teléfono para escucharnos en el auto o en el computador”, dice.
Aunque es un histórico de la radio, Rolando Ramos conoce el tema de cerca. “Tengo una emisora en línea que se llama TodosJuntos.cl y el fenómeno me parece fantástico”, dice el locutor, entre otras cosas porque esta nueva plataforma entrega una libertad de contenidos y desarrollo de líneas editoriales que pueden abarcar diversos proyectos.
“En el caso de nosotros, es una plataforma que está al servicio de la difusión de la música nacional en todos los estilos. Tú escuchas la radio y vas a encontrar desde rock pesado, pop y cumbia, en distintas ofertas programáticas. Eso creo que es tremendamente positivo para el desarrollo de la innovación en materia de nuevos contenidos”, sostiene.
Otro comunicador que está incursionando en este formato es Nicolás Copano. Y está feliz: “tener una radio digital permite algo que jamás me hubiese pasado en una radio tradicional: ser director y programar la música”. Copano también apunta que las emisoras online “están dando más espacio que las tradicionales e incluso cumplen con ideas como el 20% de música chilena sin problema”.
El periodista Manuel Maira también saltó de la radio convencional a Internet. El locutor de Súbela, coincide con sus pares en que en estas tierras digitales la palabra clave es libertad.
“Los medios masivos están perdiendo audiencias y eso los hace apostar cada vez a cosas más seguras y arriesgar poco. Pienso que las radios online tienen el espacio para arriesgar y proponer contenidos de manera libre. También, se pueden hacer locuciones más largas y conversar más, cosa que en la radio tradicional cuesta”, destaca.
Fuente: www.lasegunda.com