Cuando comienzas la gran aventura de emprender, empieza una andadura en principio desconocida, porque el éxito no esta asegurado para nadie, y aunque comiences con mucho entusiasmo e ilusión, siempre van surgiendo dificultades que vas a tener que ir solucionando y con las que no contabas, y que van a requerir de toma de decisiones, algunas bastantes difíciles y otras no tanto.
En este caso si tienes un socio/a, como compañero de viaje, se puede hacer más llevadero en algunos casos o en otros puede ser un problema más, porque digo esto, porque cuándo nos asociamos con alguien siempre suele ser, amigo, familiar o antiguo compañero, es decir alguien cercano a nosotros, y esto no siempre encaja para poder llevar juntos una empresa, puedes tener una relación de amistad pero luego a la hora de trabajar puede ser que no tengáis las mismas metas, por eso la importancia de elegir bien a tu compañero/a de viaje en esta gran aventura, porque te aseguro que vais a tener que pasar muchas horas juntos y os aconsejo que os complementéis bien.
- Lo primero es hablar desde un principio y ver si tenéis claro por ambas partes todo lo que engloba el proyecto.
- Segundo es venir de diferentes sectores y especialización, es decir, si uno es más técnico, o más financiero, pues que el otro sea buen comercial, etc.
- Tercero hablar todo, absolutamente todo lo que ocurre en tú empresa, la confianza, la transparencia y la lealtad los tres factores más importantes para que todo funciones bien entre vosotros.
En mi caso y hasta que la vida me demuestre lo contrario, prefiero hacerlo sola, por mis dos experiencias nada fructíferas, de todas formas, si es la primera vez que emprendes, es mejor hacerlo acompañado, para sentirte arropado y por la falta de experiencia, con la cual te van a surgir mil y una dudas durante tú trayectoria.
Un.
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