OBJETIVO: ALCANZABLE

La vida nos da la oportunidad de tener momentos para reflexionar, hacer una pausa y cavilar. ¿Estamos en el lugar en donde queremos estar?, ¿hacemos lo que nos hace felices?, ¿existe congruencia entre lo que deseamos y el camino que seguimos?

El fin de año es la temporada perfecta para celebrar y analizar. En lo personal, uno de los rituales que más me gusta y disfruto de esta temporada es la transición de año. Es justo ese momento donde aprovechamos para plantearnos 12 propósitos, al son de las campanadas.

Una de las preguntas que con mayor frecuencia me hacen mis clientes es: ¿Cuál es la mejor manera de establecer objetivos? Mi primera recomendación siempre es hacer un análisis de la situación, identificando las necesidades, para posteriormente establecer caminos que nos lleven a cubrirlas. Este “método” aplica tanto en el aspecto personal, como en el profesional. No olvides que somos seres integrales y debemos conciliar nuestras metas, con la intención de alcanzar la felicidad.

Estamos acostumbrados a realizar inmensas listas con propósitos y normalmente nos sobre exigimos. Por eso, con la finalidad de evitar frustraciones, mi sugerencia es establecer un plan estratégico con máximo tres objetivos efectivos.
Aprovecho para compartir algunos consejos que, desde mi experiencia, ayudan en el establecimiento de objetivos alineados:

1. Sueña en grande

Evita que las creencias limitantes sean una barrera para lograr tus objetivos.

2. Cuestiona y reta tus creencias 

Evalúa tu situación y analiza si el camino que decidiste tomar es el adecuado para alcanzar tus metas.

3. Toma riesgos

Estar en una zona de “confort” podría convertirse en un obstáculo para el establecimiento y consecución de tu fin. Recuerda que quien no arriesga, no gana; por ello debes afrontar tus miedos para superarlos.

4. Responsabilízate de tus acciones 

“A toda acción corresponde una reacción”. No dejes de tener en mente que lograr tus objetivos sólo depende de ti.

5. Evalúa 

Revisa constantemente el camino recorrido y analiza si las acciones que realizaste darán el resultado esperado; si no, replantea el camino. Mi recomendación es que este ejercicio lo hagas cada dos o tres meses, dependiendo de las fechas límite que estipulaste.
El éxito se consigue con perseverancia. Date la oportunidad de soñar en grande; fíjate objetivos, construye un plan realista (mismo que deberás revisar con determinada periodicidad con el afán de redirigir esfuerzos), define tiempos y prioriza.

Te invito a aprovechar un tiempo durante estas épocas para reflexionar y analizar el entorno, confirmando que el lugar en el que estamos o el camino que decidimos tomar sea el que te lleve a la realización personal y profesional.

¡Felices fiestas y un exitoso 2016!

Fuente:  www.altonivel.com