martes, 8 de septiembre de 2015

CINCO CLAVES QUE EXPLICAN LA BAJA PRODUCTIVIDAD DE ESPAÑA



Según un estudio de la compañía estadounidense PGI los españoles trabajamos una media de 1.700 horas al año y la productividad de cada trabajador se sitúa en torno a los 35 euros por hora.


En Alemania, considerado como el país más productivo del mundo, los trabajadores no llegan a las 1.500 horas anuales y tienen una productividad de 49,30 euros por hora. En Francia la productividad se sitúa en los 49,13 euros, un índice que comparte con otros países avanzados como Estados Unidos. Si es verdad que en España ha aumentado la productividad en los últimos años, no ha sido gracias a la inversión en I+D o a una apuesta por otro modelo productivo, sino porque se han alargado los horarios, a la vez que los salarios han disminuido.


Por un lado España está a la cabeza de horas trabajadas al año en Europa. Por otro, sólo ha reducido su jornada en los últimos 60 años un 13%, cuando la media de los países desarrollados es del 25%. España es en este terreno el país de España que más lento ha evolucionado a la hora de reducir su jornada laboral. ¿A qué se debe esta disfunción? ¿Por qué trabajamos más horas y producimos menos? Expertos como Jordi García i Serra, profesor de la Universitat de Barcelona apunta a claves como la excesiva temporalidad, la falta de meritocracia o la poca internacionalización de nuestras empresas. Pero además…


1. Excesiva temporalidad
España se está convirtiendo en un país de trabajadores temporales. Según la oficina de información estadística de la Unión Europea (Eurostat)nuestro país es el número uno en empleo temporal de toda la OCDE, duplicando la media de la UE.
En los empleos temporales, especialmente los que tienen mucha rotación, los trabajadores tienen pocos incentivos para mejorar o para formarse y la innovación queda relegada a un segundo plano.


2. Poca internacionalización
A pesar de las las pymes españolas cada vez están haciendo más esfuerzos para vender en el extranjero, tomadas en su conjunto, el índice de internacionalización de las empresas españolas es todavía bajo.
Con más de 3 millones de empresas, llama la atención que únicamente poco más de 45.000 puedan considerarse como exportadores regulares, si bien es cierto que en el último año esta cifra ha crecido un 20%.


3.Falta de inversión en I+D
Al principio de la crisis económica, las instituciones “vendieron” la idea de que España necesitaba cambiar su modelo productivo (basado en gran medida en contrucción y turismo) y apostar por la investigación, la innovación y el desarrollo.
Pero según un informe elaborado por la EAE Business School, en 2013 se invirtieron 13.000 millones en actividades I+D+i, un 3% menos que el año anterior y hasta un 11% menos que en 2008.
En 2014, España cerró su capítulo innovador con una inversión del 1,24% de su PIB situándose en el furgón de cola de la UE y a una distancia abismal de países como Alemania (2,94%), Austria (2,81%) Francia ( 2,23%) o todos los nórdicos, que superan el 3%. incluso países del este como Estonia (1,74%) Hungría (1,41%) o República Checa (1,91%) superan a España en este aspecto.


4 .Sistema de financiación obsoleto
La crisis económica ha supuesto que la inmensa mayoría de las entidades bancarias cierren el grifo de la financiación. Y sin financiación es muy difícil que una empresa (especialmente pyme)se lance a la aventura de innovar.
El problema sin embargo no es tanto este, sino que a diferencia de otros países europeos, en España la financiación para empresas depende casi exclusivamente de la banca (90%). Países como Reino Unido, Francia o los nórdicos, este porcentaje baja hasta situarse ligeramente por encima del 50%.


5. Burocracia
Junto a la falta de financiación, cuando se les pregunta a empresarios y emprendedores sobre cuál es el principal problema de hacer negocios en España, la respuesta suele ser unánime: una excesiva burocracia.
Los támites son lentos y pesados, constituir una nueva empresa, dependiendo en qué sector y en qué actividad, puede llevar a la desesperación, por no hablar del quebradero de cabeza que supone obtener determinadas licencias.


Según el Banco Mundial, España ocupa el 44 puesto del mundo cuando se analizan las facilidades que se ofrecen para hacer negocios y el 74, en cuanto a lo sencillo o complicado que es abrir una nueva empresa.


Fuente: http://activamutuaautonomos.blogspot.com.es/www.muypymes.com

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